Con la presencia del presidente Juan Sebastián Verón, el Salón Rapán de la sede pincha lució abarrotado por un heterogéneo auditorio que asistió al lanzamiento de una obra singular, pues #Morosi logró retratar la complejidad constitutiva de Cajade y su tiempo histórico, sin caer en los lugares comunes que, a menudo, terminan por reducir este tipo de trabajos a una suerte de apologías que deforman al protagonista.
El libro representa, además, una oportunidad para abordar a Cajade desde las encrucijadas de la actualidad. Como retrata el autor en su obra y como subrayó la prologuista Ana Cacopardo en la jornada de ayer, el cura emprendió un camino de lucha en dos frentes: el político/social y hacia el interior de una iglesia atravesada por el conservadurismo y el colaboracionismo con la dictadura cívico-militar.
DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS
Otro de los ejes medulares en torno al cual se desarrolla la obra es la paternidad de Cajade. Desde ese punto, Morosi plantea una deconstrucción histórica que tiende un puente hacia el presente: la paternidad como impulso de la obra, como legado y como interpelación a ciertos sectores de la iglesia y de la sociedad; la discusión del celibato y la puesta en escena de la misoginia constitutiva del clero.
«Carlitos no tenía espalda para llevar esa discusión al espacio público. Lo intentó pero estuvo obligado al silencio y a mantener en la clandestinidad sus amores. El libro viene a reparar ese silencio y poner en palabras lo que el cura sostenía en su círculo: Dios no podía menos que bendecir el amor que sentía por sus hijos y por su pareja», enfatizó Cacopardo
El final es todo para Morosi, que así concluyó la presentación: «Hay tantos Cajades como personas lo conocieron. Alguien me dijo que había hecho alrededor de 50 mil servicios entre comuniones, bautismos, casamientos…cosas muy relevantes para la vida de las personas. Ni hablar de lo que hizo para los chicos del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable – Obra del Padre Cajade en la dura década del 90, cuando articuló enorme cantidad de comedores comunitarios para llegar a alimentar a 3000 personas. El libro no puede contener todo eso. Por eso estaría bueno que cada uno de nosotros podamos contar el Cajade que traemos para ayudar a completar el libro. Es un primer paso porque la imagen del cura todavía no llegó ni cerca a la dimensión que, en la medida que el tiempo pase, va a tener. De eso estoy convencido».