El último día de enero regaló a viedmenses y maragatos postales épicas, producto de un fenómeno astronómico que no se producía hace 150 años (el último data del 31 de marzo de 1866): un Eclipse de Superluna azul de sangre. Si bien el fenómeno pudo observarse sólo en América del norte, a través del Pacífico y en el este de Asia, en nuestra región la consecuencia de semejante anomalía fue una luna 7% más grande y brillante.
Esta Trifecta lunar, según La NASA, sucedió en una misma noche durante poco más de una hora, entre un eclipse total lunar, una superluna, una luna azul y una luna de sangre.
LA LUNA EN EL CÓNDOR
LA LUNA SEGÚN LAS CULTURAS
En muchas culturas a la luna se le han atribuido poderes mágicos. En la Grecia clásica la luna era la diosa de la fertilidad. A la luna creciente se le asemejaba con la mujer embarazada y a la conjunción del sol y la luna, o sea la luna nueva, se la relacionaba con el coito entre el hombre y la mujer. En esa mitología la luna era una diosa con tres formas: Selene era la luna llena, Artemisa, el cuarto creciente y Hécate, el cuarto menguante.
Con los romanos esta triada se simplificó en una diosa: Diana la cazadora, la hermana gemela de Apolo, dios del Sol. Auxiliaba a las parturientas, y disparaba flechas para inspirar la locura o lunatismo.
Para los Mayas, quienes lograron las observaciones más precisas del ciclo lunar, la luna es representada por un hombre, Popol Vuh, los héroes gemelos mayas, quienes finalmente fueron transformados en sol y luna. Para los aztecas Coyolxauhqui es una diosa lunar, representada como una mujer desmembrada, ya que su hermano Huitzilopochtli la descuartizó y arrojó su cabeza al cielo cuando la diosa planeó matar a su propia madre junto a sus 400 hermanos, quienes se convirtieron en las estrellas.

Para los mapuches, Kuyen era considerada una madre controladora del espíritu de las aguas y de lo femenino, protectora de los sueños y testigo de sus luchas. Kuyen también tiene una estrecha relación con una mujer mapuche ya que controla su ciclo de fertilidad (Kiyentun) lo que simbolizaba un rito.
Para los Tehuelches, Keenyenkon (luna llena) iluminaba a la tierra y alejaba con su lumbre a los malos espíritus. También hay culturas en las que la Luna es masculina como para los egipcios, Toth era el dios de la Luna. En la India era Soma o Chandra, el dios de la inmortalidad, que va montado en un carro (que simboliza a la Luna), con el que recorre el cielocada noche.
EL ECLIPSE ALREDEDOR DEL MUNDO
REVIVÍ EL SUPERECLIPSE
Si querés revivir el supereclipse de luna, podés acceder a través del canal que ofreció La NASA para la retransmisión en directo con imágenes de diversos telescopios para que nadie se pierda detalle.